martes, 15 de enero de 2013

Bicentenario Verdi - 1813-2013

Comenzando una serie de publicaciones sobre Giuseppe Verdi, con motivo del bicentenario del nacimiento del gran maestro, he encontrado un articulo publicado por Eva Díaz Pérez en una periódico madrileño, referido al estreno de La forza del destino en Madrid.

El relato de las jornadas previas al estreno nos permite entrever la dura tarea que debía desarrollar el músico celebre, y la España que pudo conocer.


Verdi, fotografiado en Madrid

Verdi en el país de Carmen
  • Hace 150 años justos, Verdi llegó a Madrid para estrenar 'La fuerza del destino'
Eva Díaz Pérez | Sevilla
El Año Verdi que se celebra en 2013 tiene su episodio español: el viaje que el compositor italiano hizo a comienzos de 1863 con una historia llena de anécdotas, éxitos y fracasos, desencuentros y epifanías. Verdi y su esposa, la soprano Giuseppina Strepponi, llegaron a Madrid el 11 de enero de 1863, hace justo 150 años, para revisar los ensayos de 'La forza del destino' que se había estrenado hacía unos meses en el Teatro Imperial de San Petersburgo.

El matrimonio había pasado las Navidades en París y al llegar a Madrid se instaló en una fonda próxima al Teatro Real, en la Casa Castaldi, del número 6 de la Plaza de Oriente, un lugar en el que solían hospedarse los artistas, sobre todo italianos, que actuaban en el escenario madrileño. En el estreno, el elenco estaba formado por la soprano francesa Anne Caroline Lagrange, el tenor Fraschini, el barítono Giraldoni y el bajo Cotogni con Emilia Méric-Lablanche en el papel de Preciosilla.

Existe un anecdotario curioso sobre el transcurso de los ensayos de 'La forza del destino' en los que Verdi estuvo presente todas las jornadas trabajando de forma intensa. En una carta escribió: "Nada salió bien; no podemos esperar un éxito. Los coros, la orquesta y los decorados son espléndidos; todo lo demás es un desastre". Pero fue un triunfo. Al estreno asistieron la reina Isabel II, Pedro Antonio de Alarcón, Rosalía de Castro y Ángel de Saavedra, duque de Rivas, en cuya obra 'Don Álvaro o la fuerza del sino' se basa 'La forza del destino'.

Sin embargo, los críticos aseguraron que Verdi había traicionado al autor cordobés en su versión y parece que el duque de Rivas mostró en más de una ocasión su decepción por el resultado de la obra y por el dinero recibido por los derechos de adaptación. Por cierto, no fue sólo el duque de Rivas el único autor español que inspira obras de Verdi, ya que habría que recordar al gaditano de Chiclana Antonio García Gutiérrez, autor de los dramas 'El trovador' y 'Simón Bocanegra'.

El estreno de 'La forza del destino' tuvo lugar el 21 de febrero en el Teatro Real, una fecha que debería recordarse aprovechando el Año Verdi. En aquellos días madrileños parece que Verdi tuvo poco tiempo para disfrutar de la ciudad, ya que los ensayos le ocupaban casi todo el día. A pesar de ello, muchas personalidades intentaban concertar alguna cita o encuentro con el maestro enviando a la Casa Castaldi o al Teatro Real tarjetas de visita. Sin embargo, Verdi tenía claro que no estaba en Madrid en viaje de placer o para ceremonias de sociedad. Es famosa la anécdota ocurrida con el músico Barbieri, que envió al compositor su tarjeta para saludarlo, pero que no recibió respuesta. Años más tarde, cuando Verdi quiso contactar con él para conocer detalles de música española que necesitaba para su ópera 'Don Carlo', Barbieri se negó a responder recordando el desaire. Sin embargo, parece que esta historia podría ser apócrifa porque el músico no la recuerda en sus memorias cuando evoca el estreno de 'La forza del destino' en el Madrid de 1863.

Sí que parece que este Verdi, supuestamente huraño y poco sociable, tuvo tiempo para pasar por el gabinete fotográfico de Jean Laurent y posar para algunas instantáneas que han quedado casi como único testimonio gráfico de su viaje español.

El compositor y su esposa, exhaustos de los intensos días vividos en Madrid, decidieron recorrer parte de España. Nada más salir de la capital visitaron El Escorial, un monumento que sorprendió al compositor de tal forma que le inspiraría años más tarde el drama 'Don Carlo'. Creía Verdi haber intuido algo del alma española en aquellos muros austeros y en el silencio grave y fúnebre. Sobre el edificio escribiría: "Es severo, terrible, como el feroz gobernante que lo construyó". Quizás adivinó la sombra de tiniebla de Felipe II entre las estancias de mármol.
Rumbo a 'Siviglia'
Verdi y su esposa recorrieron sobre todo Andalucía, esa parte de España más mediatizada y recreada por los viajeros románticos y que en aquella época simbolizaba la idea del país. Estuvieron en Cádiz, Málaga, Córdoba, Granada (allí visitó a su buen amigo el cantante Ronconi) y Jerez donde recorrió sus bodegas y se llevó un barril de vino para su residencia de Santa Agatha en Piacenza.
La estancia de Verdi en Sevilla, donde se desarrolla parte de la ópera recién estrenada, fue fugaz, brevísima pero intensa. Llegaron el 1 de marzo por la noche y salieron el día 3 por la mañana alojándose en la Fonda de Londres, que hoy es el actual Hotel Inglaterra en la Plaza Nueva. En esas horas se sabe que visitaron los Alcázares, la Catedral, la fábrica de lozas de la Cartuja y algunas casas palaciegas. Es probable, aunque no existen datos que lo confirmen, que Verdi visitara el lugar que él mismo había indicado en la acotación del primer acto de 'La forza del destino': la Plaza del Altozano en Triana, donde se encuentra el palacio de Calatrava y vive el viejo marqués de Calatrava en el siglo XVIII.
Verdi se quedó muy impresionado en su recorrido por el Museo de Bellas Artes guiado por el pintor Manuel Bejarano, entonces director de la pinacoteca. Y más tarde confesará que le fascinó Murillo, un pintor que en aquella época estaba considerado entre los mejores del mundo como demuestra el éxito de venta de sus lienzos en las subastas europeas.


La Puerta del Vino, Granada 1862