ORFEO EN LOS INFIERNOS
JACQUES OFFENBACH
20/6/1819 – Colonia- Alemania
5/10/1880 – Paris- Francia
Hijo de un encuadernador y cantor de sinagoga.
Estudia primero violín y luego el violonchelo.
Durante el año de 1833 se traslada con sus padres a Paris, donde ingresa en el conservatorio, siendo discípulo de Luigi Cherubini y de Jacques Fromental Halevy. Trabaja como violonchelista en varias orquestas entre ellas la Opera Comique.
En 1844 se convierte al catolicismo para casarse con la española Herminia de Alcain.
1848 Director de orquesta del Teatro Frances
1855 año de la Exposición Universal de Paris, abrió su propio teatro llamado Bouffes Parisienes. La licencia le permitía representar solo pequeñas piezas con 2 o 3 personajes, denominadas musiquettes.
Con Orfeo en los Infiernos de 1858, nace el modelo para sus posteriores operetas teatrales. Es también el inicio de su colaboración con los libretistas Henri Meilhac y Lodovic Halévy importantes creadores teatrales destacándose en el género del vodevil.
En sus obras refleja el joie de vivre de su época con humor e irreverencia.
Tras la guerra franco-prusiana y la caída del imperio, la sociedad cambió sus gustos y su carrera artística sufrió una inevitable y lenta decadencia. Creó el teatro de Gaité, pero se arruinó en la empresa; asimismo, realizó sin demasiado éxito una gira por los EEUU.
En el final de su vida estaba trabajando en su opera Los cuentos de Hoffmann que fue acabada y modificada por el compositor Giraud.
El género fundamental de Offenbach, la opereta perdurará gracias a Johann Strauss, hijo, Gilbert y Sullivan o Lehár entre otros. La revalorización de Offenbach durante la década de 1920 se debe al empeño del ensayista vienes Karl Krauss, que decía sobre la obra de Offenbach: Cumple la función de remediar la estupidez de la vida, darle un respiro a la razón y estimular la actividad mental
Las operetas de Offenbach no pretendían ser nada más que hermanas pequeñas de las grandes operas.
La opereta mantiene estrechos vínculos con la ópera, pero al inicio no se la veía como un género autónomo, sino como una parodia de ésta. Offenbach consiguió por primera vez para la opereta una gran popularidad. Entre las más populares Orfeo en los Infiernos y La bella Helena a primera vista tratan de héroes de la mitología antigua pero se distinguen sutiles alusiones a las singulares actividades de la vida cotidiana del Segundo Imperio y de la Tercera Republica francesa.
Rossini califico a Offenbach como el Mozart de los campos Elisios, siendo admirado por Tolstoi y por el fantástico burlón y moralista alemán Heinrich Heine. También Karl Krauss al que recurrimos una vez más para definir el secreto de la opereta: "El hecho que se unan la ligereza que provoca la música con una alegría irresponsable, haciendo que en esta confusión se intuyan nuestras hipocresías, convierte a la opereta en el único genero dramático que realmente hace buen uso de las posibilidades de la teatralidad".
Enhorabuena Félix y una sugerencia: en cada entrada aclara mejor la fecha de la sesión porque aparece la fecha de la publicación y no se entiende bien; me cuesta descubrir las fechas de las diferentes sesiones, sobre todo de las futuras.
ResponderEliminar¡Un abrazo!